jueves, 13 de noviembre de 2008
Algunas fotos
Se va el sol tras falgar un poco
Quién es esta cobijada?
Prontito por la mañana
Playa de Bolonia desde Baelo Claudia
Solveig en La Manzanilla
Pepe y La Manzanilla
Octubre. 4 de la tarde en Cádiz
"No me mires así, hombre!"
La carne es débil
Juana López Navarro. Vejer
Haciendo amigos
El Nono noh guía hacia el otro lado
El aguador
Declaraciones de Francisco a la COPE
Cabrillas y caracoles. Mercado de Cádiz
martes, 11 de noviembre de 2008
nostalgias
No, en realidad, nada. Simplemente, he estado viendo vuestras aportaciones el último día de curso y me parecen fantásticas. Realmente, aprendimos mucho en poco tiempo. Ahora sólo tenemos que intentar guardar esos conocimientos y seguir adelante con ello. No es fácil, claro, porque el tiempo escasea, pero, bueno poquito a poco entendiendo que no vale la pena andar por andar que es mejor caminar pa ir creciendo, como canta Chambao.
viernes, 31 de octubre de 2008
Sabor y sabiduría
Manuel Valdés Jiménez,de Sta. Lucía
Manuel es el señor de la derecha. Estamos en la Venta del Toro, en Santa Lucía, 30 minutos caminando desde Vejer. Manuel es un poeta socarrón que ya ha cumplido en esta vida y se puede permitir el lujo de decir lo que le da la gana. A la izquierda vemos a Nono saliendo de la cocina donde su madre fríe huevos y patatas.
A Manuel le hice una entrevista ayer jueves, pero la he perdido. No sé lo que he hecho con ella. Una pena. Es lo que pasa cuando uno no domina cierta tecnología. En fin.
A modo de evaluación
¿Cuál es el balance final entre nuestras expectativas y los resultados que hemos alcanzado? ¿Qué opinión nos merecen la estructura y los contenidos del curso? ¿Qué actividades han faltado? ¿Cuáles han sobrado? ¿Qué deberíamos cambiar para el próximo curso?
imágenes con sentido
¿qué hemos aprendido?
Hola colegas.
Ya llevamos aquí casi una semana y sólo nos quedan un par de dìas.
Llegamos llenos de ilusiones y de esperanzas. ¿Se han hecho realidad?
¿Qué hemos aprendido? ¿De qué manera podemos continuar?
Gracias, Francisco, por compartir con nosotros tu conocimiento de las herramientas de la web. Y gracias también por la pasión que nos has intentado transmitir.
Somos aún demasiado principiantes para valorar tus esfuerzos en su justa medida. Y estamos, además, demasiado ansiosos de saber para poder reconocer nuestro trabajo y nuestra disposición a aprender.
Gracias a todos vosotros, los dieciséis, por compartir vuestra experiencia y vuestras ideas didácticas. Y también por vuestra paciencia.
¿Cómo podemos saber si lo que hemos visto en estos días nos será útil en nuestra labor docente? La respuesta no existe ahora. Hemos recogido una semilla. Es la semilla de una planta aromática, de efectos curativos y relajantes, de sabor delicioso y profundo aroma. Vamos a llamarla alhucema, o espliego en su nombre castellano. Ahora nos toca a todos nosotros hacerla crecer, cuidándola, regándola, cambiándole la tierra. Sólo así podremos hacer que florezca. Sus hojas nos servirán entonces para condimentar guisos y adornar ensaladas que ofreceremos con orgullo a nuestros amigos, a nuestros colegas, a nuestros alumnos.
Ya llevamos aquí casi una semana y sólo nos quedan un par de dìas.
Llegamos llenos de ilusiones y de esperanzas. ¿Se han hecho realidad?
¿Qué hemos aprendido? ¿De qué manera podemos continuar?
Gracias, Francisco, por compartir con nosotros tu conocimiento de las herramientas de la web. Y gracias también por la pasión que nos has intentado transmitir.
Somos aún demasiado principiantes para valorar tus esfuerzos en su justa medida. Y estamos, además, demasiado ansiosos de saber para poder reconocer nuestro trabajo y nuestra disposición a aprender.
Gracias a todos vosotros, los dieciséis, por compartir vuestra experiencia y vuestras ideas didácticas. Y también por vuestra paciencia.
¿Cómo podemos saber si lo que hemos visto en estos días nos será útil en nuestra labor docente? La respuesta no existe ahora. Hemos recogido una semilla. Es la semilla de una planta aromática, de efectos curativos y relajantes, de sabor delicioso y profundo aroma. Vamos a llamarla alhucema, o espliego en su nombre castellano. Ahora nos toca a todos nosotros hacerla crecer, cuidándola, regándola, cambiándole la tierra. Sólo así podremos hacer que florezca. Sus hojas nos servirán entonces para condimentar guisos y adornar ensaladas que ofreceremos con orgullo a nuestros amigos, a nuestros colegas, a nuestros alumnos.
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